RESUCITAR EN TU INFIERNO

RESUCITAR EN TU INFIERNO

Los insectos no se aplastan en tu desierto
se dejan a merced de los remolinos de viento
ellos transforman todo el dolor en sinfonía
hasta el tormentoso Céfiro anunció la caída.

Y si en tu lento caminar sepultas lo que amaste
deberé cambiar cada título de mis poemas
me hundiré en tu suelo pedregoso de cenizas.
¡El averno gritará mi derrota inmerecida!

¡Me entregaré a la tempestad de las heridas!
A tu mundo secreto donde gravita la ira
allí cubrirás mi cuerpo con estalactitas de sal
lo minarás con esquirlas hasta hacerme gritar.

Y sometiéndome a la oscuridad maliciosa.
¡Déjame morir con toda la furia de tu amor!
¡Prefiero mil veces resucitar en tu infierno,
antes que vagar en la soledad de mi cielo!

EURIDICE CANOVA
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