EL ULTRAJE DE MI CUERPO

EL ULTRAJE DE MI CUERPO

Como un lobo acorralado premedité el ultraje de mi cuerpo
lo torturé en la oscuridad de la noche sin resentimiento
lo desangré hasta sentir el exquisito dolor del suicidio
lo laceré embebido de ira para arrancar el sentimiento.

Lo destruí hasta la putrefacción para que sea devorado
catapulté todas las razones propias de un amor desquiciado
ni mi religión, ni el  maldito destino pudieron detenerme
no existe ley que del fatal sufrimiento me libere.

Creer que existe la eterna salvación son tristes pavesas
la tempestad cuando invade la sangre es cíclica en el tiempo
la denigración de la carne siempre entierra el peor pasado
se derrumban las falsas utopías, hasta los sueños profanos.

Observo mi triste agonía,como un espectador en el espejo
la oscuridad cómplice, presencia mi desangrar lento
cada gota de mi corazón, coagula entre las llagas
el frío de la muerte lenta festeja junto a mi desgracia.

Ni siquiera espero la bendición sacerdotal de las almas
ni añoro los días en que el vivir del amor me alimentaba
como un autómata camino hacia el umbral de los muertos.
¡Qué me devoren de una vez, que me condenen al tormento!


EURÍDICE CANOVA
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS

Imágen de Connie Imboden