RÉQUIEM PARA ESTE AMOR

Si esta es vuestra forma de amar, os ruego que me odiéis.
Moliére (1622-1673)

RÉQUIEM PARA ESTE AMOR

Nada se erosionó en mí, si la sinfonía de tu voz
me hace pronunciar en luna llena tu nombre,
el reloj del alma sucumbió ante la indiferencia
consciente que el gran amor ancestral pereció
en las ánforas macabra de la tiranía del olvido.

El destino marcó el final, la muerte súbita perfecta
se trasmutaron los minutos en el veneno redimido
amarnos fue autodestrucción, pasión tóxica y locura
bocetos de hiel amarga, en carne viva, sin armaduras
esbozos de eufemismos ardiendo en el cruel silencio.

Concavidad de heridas sangrantes en su vil lamento
plenitud ardorosa de sagaces y enigmáticos embrujos  
avasallando cada paradigma, del voraz y letal universo
entre promesas falaces que socavan presente y futuro
condenados a zozobrar en la atroz demencia sin rumbo.

Sin fe, ni salvación. ¡Todo se diluyó en el recuerdo!
Quedó solo el desamor, que hiere hasta los cimientos.
La supremacía maldita, ahora le pertenece al duelo
en la oscuridad absoluta pronuncio tu nombre al viento
inmerso entre tempestades donde reina el averno.

El réquiem para este adiós fue labrado en el destierro
en los senderos secretos de los pergaminos del cielo.
¡Cómo dejamos morir, la real fuerza del sentimiento!
Las almas en su dolor, se destruyeron sin quererlo
y cada sueño herido se mimetizó con los muertos.

El destino nos unió. ¡Mira lo que hemos hecho!
Destruimos la felicidad, las promesas y el deseo.
¡Grito el final anunciado, lacerándome el cuerpo!
Se rompió la alianza de amor y quedó el vacío interno
el dolor se hizo carne, el adiós es nuestro infierno.

EURIDÍCE CANOVA
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